Bajo el contexto del Día Internacional de la Mujer, un reciente reporte de ONU Mujeres ha destacado una paralización e incluso un retroceso en los derechos de las mujeres a nivel mundial. A pesar de los logros obtenidos en las últimas décadas, para 2024, casi un cuarto de los gobiernos del planeta ha informado una disminución en la protección de estos derechos.
Panorama actual de los derechos de las mujeres
Contexto actual de los derechos de las mujeres
El documento destaca un entorno cada vez más hostil para la igualdad de género, evidenciado por un aumento en la discriminación, un debilitamiento de las garantías legales y una reducción en el financiamiento destinado a programas de apoyo y protección para mujeres y niñas. Estos datos son alarmantes: cada diez minutos, una mujer o una niña pierde la vida a manos de un familiar o su pareja. Además, a lo largo de la historia, solo 87 países han sido gobernados por una mujer. La expansión de la inteligencia artificial y la tecnología digital también perpetúa estereotipos dañinos, mientras que la brecha digital limita las oportunidades de desarrollo para las mujeres.
Incremento de la violencia y desafíos adicionales
El informe señala que, en la última década, el número de mujeres y niñas que viven en zonas de conflicto ha aumentado un 50%. Mientras tanto, activistas y defensoras de los derechos de las mujeres enfrentan constantes amenazas, acoso y ataques. Las crisis globales recientes, como la pandemia de COVID-19, el cambio climático y la inflación en alimentos y combustibles, han intensificado la urgencia de actuar. En palabras del Secretario General de la ONU, António Guterres: «Cuando las mujeres avanzan, la sociedad en su conjunto progresa. Sin embargo, en lugar de expandirse la igualdad, lo que vemos es una creciente misoginia».
Casi treinta años después de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, considerada como el plan más ambicioso para los derechos de las mujeres, el informe reconoce avances importantes. Desde 1995 hasta 2024, se han implementado 1,531 reformas legales en 189 naciones y territorios para erradicar leyes discriminatorias. Asimismo, se ha consolidado la paridad en la educación, la mortalidad materna ha disminuido en un tercio y la presencia femenina en parlamentos se ha duplicado. Sin embargo, la igualdad de género continúa siendo una meta distante.
A casi tres décadas de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, considerada la hoja de ruta más ambiciosa para los derechos de las mujeres, el informe recoge progresos significativos. Entre 1995 y 2024, se han aprobado 1,531 reformas legales en 189 países y territorios para eliminar leyes discriminatorias. Además, la paridad en la educación se ha consolidado, la mortalidad materna se ha reducido en un tercio y la representación de mujeres en parlamentos se ha duplicado. Sin embargo, la igualdad de género sigue siendo una meta lejana.
Con la intención de impulsar el avance, se ha iniciado el Programa de Acción Beijing+30, que sugiere acciones fundamentales para asegurar la equidad en varios aspectos:
- Inclusión digital: Garantizar un acceso igualitario a la tecnología y mejorar la seguridad en línea para mujeres y niñas, además de estimular su participación en el liderazgo de la inteligencia artificial y la innovación.
- Erradicación de la pobreza: Aumentar la inversión en protección social, educación, salud y servicios de cuidado, lo cual contribuiría a la creación de empleos dignos y sostenibles.
- Eliminación de la violencia: Fortalecer las leyes contra la violencia de género y proporcionar recursos suficientes a organizaciones comunitarias que trabajan en la prevención y respuesta.
- Participación política: Promover medidas efectivas, como cuotas de género, para asegurar una representación equitativa en los espacios de decisión.
- Paz y seguridad: Aumentar el financiamiento para planes nacionales centrados en mujeres, paz y seguridad, además de asegurar asistencia humanitaria con perspectiva de género.
- Justicia climática: Ubicar a las mujeres y niñas en el centro de las estrategias de adaptación al cambio climático y garantizar su acceso a empleos verdes.
- Inclusión digital: Asegurar el acceso equitativo a la tecnología y fortalecer la seguridad en línea para mujeres y niñas, además de fomentar su participación en el liderazgo de la inteligencia artificial y la innovación.
- Erradicación de la pobreza: Incrementar la inversión en protección social, educación, salud y servicios de cuidados, lo que contribuiría a la generación de empleos dignos y sostenibles.
- Eliminación de la violencia: Reforzar legislaciones contra la violencia de género y dotar de recursos adecuados a organizaciones de base comunitaria que trabajan en la prevención y respuesta.
- Participación política: Impulsar medidas efectivas, como cuotas de género, para garantizar una representación equitativa en los espacios de toma de decisiones.
- Paz y seguridad: Fortalecer el financiamiento para planes nacionales sobre mujeres, paz y seguridad, además de garantizar asistencia humanitaria con enfoque de género.
- Justicia climática: Posicionar a las mujeres y niñas en el centro de las estrategias de adaptación climática y garantizar su acceso a empleos verdes.
Oportunidad para la acción global
La conmemoración del 30º aniversario de la Declaración de Beijing y la próxima sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW69) representan una oportunidad clave para incorporar estas iniciativas en políticas nacionales y acuerdos internacionales. El camino hacia la igualdad de género es complejo, pero la urgencia de actuar es innegable.